Astrid Boh
En medio de un paisaje vasto y rojizo, Astrid comienza un viaje interior, acompañada solo por los elementos naturales que la rodean y un espejo. Sentada sobre la tierra, sostiene un espejo rectangular que refleja su rostro, pero también parece mostrar algo más profundo: la conexión con el entorno que la rodea. El viento suave juega con su cabello mientras ella se sumerge en sus pensamientos, contemplando tanto el horizonte como su propio reflejo.